viernes

Cuando el orgullo nubla a la razón


Es un caso para el análisis y se estudia actualmente en la teoría de juegos; me interesó después de ver la película “rebeldes sin causa”, lo escojo como tema porque me ha ayudado mucho a reflexionar sobre la negociación y las decisiones poco racionales que tomamos a veces los seres humanos.
El caso es en el que dos personas A y B conducen un vehículo en dirección al del contrario; es decir, A conduce en dirección de B y B en dirección de A, el primero que se desvíe de la trayectoria de choque pierde y es humillado por comportarse como una gallina
Las dos personas se enzarzan en una escalada en la que no tienen nada que ganar y en la que solo el orgullo evita que se echen atrás, muchas circunstancias de la vida real se presenta tal como el presente caso, por ejemplo: la escalada nuclear, la carrera armamentista, en la actualidad pareciera que Chile nos quiere jalar a una escalada armamentista con sus frecuentes y múltiples adquisiciones militares.

ANÁLISIS DEL CASO
El presente caso nos presenta de manera subyacente un importante método de negociación. Se puede decir que es inminente que cada oponente tendrá como estrategia retrasar el hacer concesiones hasta el final del periodo de la negociación. La presión psicológica puede obligar a un negociador a ceder para evitar un resultado negativo, pero puede tratarse de una táctica muy peligrosa, ya que si ninguna de las partes cede se producirá una colisión y los dos perderán.
Pero como la "pérdida" que supone girar el auto es menor en comparación a la colisión que se producirá si ninguno gira, la estrategia más razonable sería girar antes de que el choque pueda producirse. Aún así, si uno cree que su oponente es razonable, uno puede también decidir no girar, en la creencia de que el rival será razonable y decidirá girar, convirtiendo al otro en perdedor.
Una táctica para este juego es anunciar las propias intenciones de modo convincente antes de que el juego comience. Por ejemplo, si uno de los bandos bloquea de modo ostentoso el timón o volante de su vehículo antes del comienzo del duelo, será más probable que el otro gire. Esto ilustra cómo, en algunas circunstancias, reducir las propias opciones puede ser una buena estrategia de negociación.

No hay comentarios: