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REDEFINIENDO EL CAMINO: LO IMPORTANTE VS. LO URGENTE


¿Maximizar ganancias o maximizar valor?

Durante muchos años, la decisión de utilizar los resultados contables como el mecanismo principal de la medición de una gestión empresarial se había convertido en un paradigma imperante para los ejecutivos de las empresas, enfocándose solo en las utilidades, antes que en la creación de valor.

Últimamente muchos respectados investigadores han puesto en relieve algunos problemas significativos de la contabilidad tradicional en su objeto de medir una gestión empresarial; que entre otros problemas, el que más destaca es que la contabilidad posee ciertas convenciones técnicas que permiten arrojar decenas de resultados distintos para una misma gestión, no solo de ganancias sino también de los diferentes ratios, a tal punto de convertir a dichos resultados en conceptos altamente imprecisos para la evaluación de una gestión.

Como vemos, existe cierta inconveniencia de utilizar los criterios contables para medir la gestión empresarial, pero no se debe dejar de reconocerse que tampoco la microeconomía ofrece soluciones confiables, veamos. Según la microeconomía convencional una empresa maximiza sus ganancias cuando el costo marginal sea igual con el ingreso marginal; este enfoque además de tener inconsistencias matemáticas no muestra cómo se toma las decisiones empresariales en la realidad. Así mismo, el hecho de no considerar el tiempo y la productividad en sus modelos y estructura de análisis, hacen que la macroeconomía se constituya en una teoría poco fértil para explicar cómo opera los mercados competitivos en la realidad, tal como lo sustentan en sus respectivas investigaciones Juan C. Cachanosky(1994), Israel Kirzner (1973) y Friedrich A. Hayek (1978).

La microeconomía y la contabilidad convencional han puesto el acento en la maximización de las ganancias, cuando la creación de valor debe ser el objetivo principal. Si en el pasado el objetivo de la dirección era maximizar el beneficio, pero ahora este objetivo de beneficio debe ser sustituido por la creación de valor. ¿Pero que debemos entender por creación de valor?, la creación de valor es la concepción de que una inversión o transacción contribuye a la creación de valor solo cuando es capaz de retornar un monto de dinero superior a lo invertido inicialmente, y es capaz de cubrir inclusive todos los costos asociados, incluido los costos de oportunidad de capital (COK)

Es decir, una operación que genera ingresos suficientes para exceder sus costos operativos, contablemente arroja una utilidad; si ese excedente permite pagar gastos de intereses e impuestos, contablemente existe utilidad; pero si esa utilidad no satisface el rendimiento esperado por el propietario, si no cubre el costo de oportunidad de capital (COK), esa operación no está creando valor, por lo contrario, lo está destruyendo.

La creación de valor como criterio para la toma de decisiones ha estado presente en las empresas desde hace mucho tiempo, pero a partir de la década noventa dichos conceptos ha ido ganando partidarios, hasta convertirse hoy en una filosofía de gestión empresarial.

Entonces, frente a la imprecisión de la contabilidad y la inconsistencia de la microeconomía tradicional, Stewart (1991) plantea dos alternativas: por un lado, medidas de resultados tradicionales, tales como el beneficio contable y, por otro lado, nuevas medidas de resultados, entre las que destaca el denominado valor económico añadido EVA (en inglés, Economic Value Added) y la gerencia basada en valor MVA (en inglés, Market Value Added), que tratan de resolver determinados problemas que se atribuyen a las medidas tradicionales.

Por lo tanto, en EVA y la MVA son los dos temas protagonistas del presente ensayo.